lunes, 22 de noviembre de 2010

A sus pies

No soporto la mezquindad. Me aburre. Antes me cabreaba, ahora simplemente me aburre.
La mezquindad del que pide para no devolver, del que da para pedir, del que hecha en cara y del que te utiliza pensando que no te das cuenta.
Por no hablar del falso, del que te dicta lo que tienes que pensar y del que espera que le des la razón bajo toda circunstancia.
No es dificil de detectar, pero es aburrido denunciarlo.
Estoy en Bogotá, rodeado de personas nuevas, inmerso en un rodaje complicado y ruin, que debería ser amable y divertido. Y no lo es.
Los lugares comunes no son solo poeticos, también son decepciones conocidas y tantas veces vividas que aburren. Molestan por repetitivos y por pedantes.
La mayoría de lo escuchado ya lo he oido muchas veces, tantas, que sin haber llevado una vida superior a la de nadie no acabo de entender como alguien puede pensar que es original diciendo o haciendo determinadas sandeces.
De todas formas, en todo charco de barro hay agua clara, y para lleger a ella hay que ensuciarse los pies, y procurar no enlodar esos reductos de pureza. Por eso no piso la belleza, la miro desde la barrera.
Y es que en esta experiencia, por miedo, he prejuzgado en función de lo recibido, y me he equivocado. Y, aunque no me arrepiento, me duele caer en lo que creía que había superado.
He encontrado, espero que no demasiado tarde, gente que merecía la pena. Y me he encontrado, también espero que no demasiado tarde, con que determinada gente no era como me habían contado, sino que eran mejores (algunos peores, pero esos no tienen cabida en este blog)
La vida dirá si vuelvo a ver a esta gente, si de verdad veré a Carmelilla, o a Santiago, o a tantos otros que aqui no quiero nombrar.Si no coincidimos en el futuro, no importa, lo vivido ha merecido la pena.
Pero me arrepiento profundamente de una cosa que quiero dejar escrita porque se que nunca la persona interesada leerá esto.
Me arrepiento profundamente de no haber cultivado a un ser humano como Kate del Castillo, porque, por encima de su calidad profesional, vislumbro una niña de una belleza muy superior a la que los ojos perciben. A alguien tan sola ante la vida (sola en el mejor de los sentidos) que siempre hecharé de menos. Con quien siempre deseare haber tenido una conversación tranquila por encima de mi lengua afilada. Para hablar de lo divino y de lo humano. Para hablar de lo nunca dicho y de lo tantas veces repetido. Para hablar, en fin, de nada, que es el mejor tema que se puede tratar en una conversación seria.
La distancia, en breve será demasiada entre nosotros.
Y me duele dejar pasar a uno de los espiritus mas brillantes que hasta el momento ha rozado el camino de mi vida.
Sirvan estas lineas de homenaje callado a la persona, a la actriz, a la niña luchadora, y al alma de Kate del Castillo.
Señora......a sus pies

1 comentario:

  1. Señor...a esta Carmelilla la va a ver usted mañana mismo que es cuando regresa de "allá"...téngalo por seguro y "claro"....y sí...totalmente de acuerdo con lo que dice de Kate...esperemos que la distancia no impida finalmente el seguir disfrutándola...yo así lo espero también...un abrazo...

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